El linfogranuloma venéreo (LGV) es una enfermedad de transmisión sexual causada por
3 únicas cepas de Chlamydia trachomatis (L1, L2, y L3) que difieren de los otros
serotipos habituales de clamidia porque pueden invadir y reproducirse en los ganglios
linfáticos regionales.

Tiene dos tipos de presentaciones:

La genital, que es la convencional, y se caracteriza por el desarrollo de una lesión
cutánea pequeña en el sitio de entrada, a menudo asintomática, seguida de una
adenopatía regional (ganglio inflamado) en el área inguinal o la pelvis, que puede ir
acompañada a veces de fiebre y malestar general.
La inflamación persistente causada por la infección no tratada obstruye los vasos
linfáticos y provoca edema y úlceras cutáneas.

La anal, de forma alternativa y cada vez más predominante, puede manifestarse como
proctitis (inflamación del recto) grave. En los estadios crónicos, la colitis puede
confundirse con la de la enfermedad de Crohn con afectación de los ganglios linfáticos
pélvicos.

Las formas asintomáticas son raras, pero se han visto posibles casos que podrían estar
relacionados con una detección temprana en contexto de realizar un chequeo de ITS.
Hay que tener cuidado con el diagnóstico de esta infección ya que podría pasar
desapercibida si no se hace una correcta diferenciación de cepas de Clamidia (sobre
todo en la forma anal) y recibir un tratamiento insuficiente.

La mejor forma de diagnóstico es mediante amplificación de ácidos nucleicos (PCR)
diferenciando cepas LGV, y realizarlo siempre que haya una proctitis por clamidia.
Aunque el periodo de incubación podría ser menor que las otras cepas de clamidia,
habría también que cumplir un periodo ventana de 2 semanas para realizar esta prueba
en contactos estrechos asintomáticos.

El tratamiento es un poco más extenso que en caso de otras cepas de clamidia y consiste
en la administración de un antibiótico durante 21 días.

En nuestras clínicas de Madrid y Valencias podemos realizar una valoración clínica
cuando hay sospecha de LGV, solicitar la PCR correspondiente en un tiempo récord y
ofrecerte el mejor tratamiento con seguimiento para asegurar una correcta curación.

La mejor prevención frente al linfogranuloma venéreo es su diagnóstico precoz y la
administración del tratamiento adecuado lo antes posible. Si has realizado sexo de
riesgo para esta bacteria, sal de dudas con un equipo especialista, acude a las clínicas
Open House.

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Dra. Julieta Domingorena Córdoba

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